La evolución de Internet, y la creciente importancia de Google y otros buscadores, nos obligan a pensar en dos “títulos” diferentes cada vez que redactamos un artículo para publicar en nuestro sitio web o nuestro blog. Cada uno de estos dos elementos tiene sus propias reglas, tanto de cara a nuestro público objetivo como para lograr resultados efectivos en los buscadores.

A pesar de todo lo que se habla –y escribe– acerca del valor de redactar buenos títulos para nuestras publicaciones y –no menos importante– acerca de la importancia de los “meta tags” de cara a lograr un buen posicionamiento en Google, es sorprendente la poca atención que se les presta a esas cuestiones “en la vida real”.

Ya he comentado en artículos anteriores la sorpresa que me llevé cuando comencé a ofrecer diagnósticos gratuitos de sitios web. De los más de cien primeros sitios que analicé, solo dos tenían correctamente desarrollados y optimizados los meta tags más elementales. El resto tenía –en el mejor de los casos– mal implementados o pobremente optimizados los meta tags “Title” y “Description”.

Los secretos ocultos del título y el meta tag “title”

Ya sea que tu sitio web empresarial está online desde hace un tiempo, o que estés pensando encarar el rediseño del mismo, hay algunos “secretos” que deberías conocer, y dedicarles el tiempo que ameritan.

1) El título define cuántos “lectores” atraerás, y a cuántos “perderás”. Efectivamente, es lo primero que tu público objetivo verá (ya sea cuando lo anuncias en las redes sociales, o cuando llegan al sitio desde Google, o por la vía que sea). Para “seducir” a tus potenciales clientes, debes lograr dos cosas con el título de tu artículo: que vean que el tema es de su incumbencia, y que les parezca interesante. De nada sirve un título creativo y llamativo, si no dice claramente “de qué va” y a quién debería interesarle leerlo. Parece sencillo, pero lograr todo eso en una media de diez palabras es todo un reto. El tiempo invertido en un buen título es una excelente inversión. Siempre traigo la misma reflexión en este punto: ¿echarás a perder las dos horas que te llevó redactar el artículo por no dedicarle diez minutos más al título?

2) El tag “H1”, lo que TODOS deberían saber sobre HTML. Tú no necesitas saber lenguaje HTML para tener un sitio web. Para eso estamos los diseñadores web. Pero harás bien en saber que Google no es tan inteligente como muchos creen. Y no sabe que esa línea de texto que a ti te llevó un buen rato redactar, es el “título” de tu artículo. A menos que tu diseñador web lo coloque entre los tags “H1” y “/H1”.

De hecho, a la hora de lograr una buena optimización de nuestro sitio web, Google le da mucha importancia al contenido que está “destacado” con ese tag, precisamente porque nosotros, como “editores” del sitio, le estamos indicando que ese es el título. Entonces, de paso, estaremos haciendo un excelente uso de ese título si, además de “seducir” a nuestro público objetivo, le ayudamos a Google a entender cuál es la “temática” de nuestro artículo. En otras palabras, incluir allí la/s “keyword/s” (palabras clave) por las que esperamos que nuestro público objetivo encuentre ese artículo. Pero sin abusar, porque Google también nos puede “sancionar” si cree que estamos tratando de “engañarlo” incluyendo “keywords” que no reflejan realmente el contenido del artículo. Entonces, agrega esto último al “desafío” de redactar un buen título.

No dejes tus meta tags “title” en manos de Google

3) No es lo mismo el “Título” que el meta tag “Title”. Ahora ya sabes lo que es un tag “H1”, y puedes impresionar a tu diseñador web “exigiéndole” que ponga todos los títulos con ese tag. (Cuidado: no le pidas que ponga “H1” a todos los textos del sitio, porque no te tomará en serio, y más bien creerá que realmente no sabes nada.) A diferencia del tag “H1”, pensado originalmente para diferenciar estéticamente el título principal de un artículo, de cara a los usuarios del sitio, el meta tag “Title” fue “inventado” para informarles a los buscadores (Google, entre otros) cuál es el título –y la temática– de cada página que conforma un sitio web.

Este meta tag está [solo en parte] oculto a los usuarios y visitantes del sitio, pero no por eso es menos importante. Si bien Google está evolucionando, y cada vez depende menos de nuestros meta tags para “interpretar” los contenidos de una página web, no por eso debemos descuidarlo.

En un sentido, podemos decir que todo lo que dijimos acerca de una buena redacción de nuestros títulos aplica del mismo modo al meta tag “Title”. Pero cabe hacer algunas distinciones y observaciones.

Este meta tag no es solo –como creen algunos– un espacio para llenar con “keywords”. De hecho, como ya dijimos, Google se va volviendo cada vez más inteligente, y termina “sancionando” los sitios que intentan “engañarlo” (lo considera otra forma de “spam”). Sí incluir alguna que otra “keyword”, pero sin abusar.

Una observación importante es tomar nota de que la extensión máxima de este meta tag es de 60 caracteres. Y la razón para esto nos lleva a otro aspecto de primordial importancia. El contenido de este meta tag es lo que Google (y otros buscadores) “devuelven” en la primera línea de los resultados de las búsquedas que los usuarios hacen en ellos. Por eso decíamos que este meta tag está “solo en parte” oculto para los usuarios.

Si nosotros no completamos este meta tag, o lo hacemos de un modo pobre o ineficiente, Google lo reemplazará por un contenido “construido” en base a sus algoritmos. En otras palabras, si nosotros no lo hacemos bien, un robot –literalmente– lo hará por nosotros.

Otro modo de entenderlo es ver que el meta tag “Title” es una oportunidad para hacer publicidad gratis, redactando el “mensaje” que nosotros queremos que los usuarios de Google vean cuando hacen sus búsquedas. Dejarlo en manos de Google es arriesgarnos a que diga algo más “pobre” que lo que nosotros podríamos hacer si nos tomamos el trabajo de hacerlo bien, y le dedicamos el tiempo que eso requiere.

Distinción clave: “sitio web” y “página web” no son intercambiables

No quiero terminar este artículo sin hacer notar esta distinción. Veo permanentemente que la mayoría de las personas confunden y usan indistintamente las expresiones “sitio web” y “página web”. Al igual que un libro o una publicación, un sitio web puede tener muchas “páginas”. Es una distinción fundamental en lo que se refiere al tema del presente artículo. Tanto el título, el tag “H1”, el meta tag “Title”, como todos los elementos que conforman una página, aplican a cada una de las páginas del sitio web.

Es un trabajo que tenemos que realizar para cada una de las páginas de nuestro sitio. He visto, incluso, diseñadores web que definen un “combo” de meta tags (Title, Description, etc.) y simplemente los “copian/pegan” en todas las páginas del sitio. Es una manera muy “fácil” de hacerlo, pero una de las prácticas más inefectivas a la hora de encarar un proyecto de diseño web.

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